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Un vecino de Pan de Azúcar se presentó el fin de semana en la Seccional 3ª de policía para radicar una denuncia de robo. Estableció que desconocidos que llegaron a su casa, sobre la calle Camino de las Ánimas, habían entrado después de romper el vidrio de una ventana.

Cuando se marcharon le faltaban una garrafa de gas de 13 kilos, una licuadora, un turbo ventilador, tres botellas de whisky, un reproductor de DVD, varias prendas de vestir, comestibles, y otros efectos de menor cuantía.

A partir de la información recabada del denunciante, y de las evidencias que los policías obtuvieron en el lugar, se inició una investigación.

Policías que procuraban aclarar el caso rascaron en sus fuentes del submundo delictivo, y alguien les sugirió que había una mujer que estaba vendiendo ropas y esas cosas que se llevaron en el robo denunciado. La mujer vivía en pareja.

Los policías obtuvieron una orden de allanamiento en la vivienda de la pareja. Realizado el procedimiento, la pareja fue llevada a la comisaría para proseguir con la indagación, y se incautó toda la mercadería a la venta que se encontró en la casa.

Cuando le preguntaron de dónde sacaba la ropa que ofrecía en venta, respondió que se la proporcionaba una conocida, pero que ella no sabía que se tratara de mercadería hurtada.

Esto complicó la investigación. En la comisaría se revisó las denuncias de los últimos días. Se encontró una denuncia formulada el jueves 3 de julio, en la que se establecía que habían robado 20 pantalones de jeans para hombre, 12 equipos deportivos para niños, poleras y camperas.

Como estas prendas eran parte de las incautadas en la casa allanada, se convocó al denunciante a presentarse en la comisaría. Cuando el hombre llegó se le pusieron delante todos los bienes incautados en el allanamiento.

El damnificado reconoció sin dudas una buena parte de los bienes como propios. Esto reorientó el interrogatorio. Finalmente la mujer admitió que era ella quién se dedicaba a robar para obtener cosas para vender.

Fue notificado del caso el juzgado en lo Penal de 10º turno. La juez que tomó el caso se pronunció en las últimas horas por el procesamiento de N.H.P. como autora de un delito de hurto agravado en reiteración real con un delito de receptación agravado. La tipificación de receptación alude a que no se pudo probar que todo lo que tenía la mujer para vender había sido robado por ella.

La juez ordenó que la acusada pasara a cumplir de inmediato con prisión preventiva la que se prolongará hasta que el proceso judicial sea completado con una sentencia que confirme el procesamiento, o libere a la mujer de todos los cargos.