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Un vecino vive de la calle Ascheri de San Carlos estaba el viernes 25 de octubre en la puerta de su casa haciendo vaya a saber qué, Acababa de atender que alguien había entrado en su propiedad mediante la rotura de un candado, y se había llevado una garrafa de 13 kilos.

Incrédulo, vio pasar delante de su propia casa a un joven llevando a cuestas una garrafa de 13 kilos. Le llamó la atención que se trasladara una garrafa de ese tamaño a hombros, pero pronto cayó en la cuenta que la que llevaba consigo el transeúnte era su propia garrafa.

El vecino salió decidido a la calle a tratar de recuperar su garrafa, pero optó por no intentar ejercer él mismo la acción de arresto ciudadano que le faculta la ley, sino que buscó ayuda de la policía.

Para su fortuna vio pasar por allí a un vehículo policial al que detuvo y contó con detalles lo que les estaba pasando. Lo hizo con tal convicción que los agentes se pusieron en marcha para aclarar la situación, pero le pidieron al vecino que fuera a ratificar sus dichos con una denuncia en la comisaría.

El vecino fue a asentar la denuncia, y los policías a tratar de encontrar al joven con la garrafa de 13 kilos. Pronto lograron ubicarlo y le detuvieron, en averiguaciones, por lo que se le trasladó a la sede policial para proseguir con la investigación.

De la identificación se pudo saber que el muchacho era L.C., de 22 años de edad, y que carecía de registro delictivo alguno previo.

LA INTERVENCIÓN DE LA JUEZ

Con el caso en este punto, los efectos policiales dieron cuenta a la juez letrado subrogante en lo Penal de segundo turno de San Carlos, quién determinó que se completara la indagatoria con detalles que seguramente no habían sido cubiertos.

En la mañana de este este domingo L.C. fue llevado al despacho judicial. La juez revisó todo el caso, el interrogatorio, y se pronunció con el procesamiento del muchacho por haberlo encontrado autor de un delito de hurto agravado por ser cometido con penetración domiciliaria.

Optó por no privarle de forma completa de la libertad, pero ordenó en forma preventiva y por el plazo de los próximos dos meses, que el joven deberá presentarse tres veces por semana en la comisaría donde deberá quedar técnicamente bajo arresto por dos horas cada vez.

En total L.C. cumplirá con 48 horas de arresto parcial de una forma que se simplifica el contralor del cumplimiento efectivo de la pena, y se le da a un primario una segunda oportunidad de no volver a delinquir nunca más.