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El viento con brazo hercúleo levantó uno de los techos y lo puso encima del otro. Fueron entre 3 a 4 mil kilos de madera sobre las curtidas instalaciones. Los vidrios de las ventanas estallaron y los techos sufrieron rajaduras por todos lados como consecuencia de los impactos en cadena.

"Hay 60 metros cuadrados de chapas que se necesitan cambiar", indicó Tesore, palos curados, tirantes y alfajías se están necesitando de manera urgente, agregó.

A pesar del desastre que provocó el temporal de agua y viento, junto a la tormenta eléctrica; felizmente, no se lastimaron los animales y sobrevivieron al desastre.

Hay en este momento unos 30 ejemplares, están llegando muchas gaviotas y pingüinos.

Actualmente, se procede a la limpieza general junto a una buena disposición en materia de colaboradores. La preocupación mayor pasa por el elevado costo de los materiales que se necesitan. La idea es reconstruir en un plazo no mayor a un mes y con ello celebrar el día mundial del ambiente junto a quienes acudan al lugar informó el responsable del lugar.

Las instalaciones de madera frente al mar, son una invitación para el acercamiento hacia la costa y la contemplación de las aguas marinas. Hay todo un proyecto de educación inclusiva en marcha, según expresó.

Por su parte, la Intendencia de Maldonado sumó una rampa de accesibilidad en el lugar la que fue destruida por el temporal y la misma ya es reconstruida por las autoridades.

Desde la dirección de atención social de la Intendencia, Eliana y Silvana González quienes inmediatamente se contactaron para ayudar. No hay que olvidarse que ciudadanos en sillas de ruedas y ciegas visitan el lugar.

Se descuenta que la Intendencia de Maldonado no lo puede hacer todo, ni se pretende eso puesto que se es consciente de esa realidad. También, informó hay empresas privadas que suman colaboración como Info Casas con una gran movida, también otras empresas y artistas.

Las ayudas suelen llegar desde varios lugares, en el pasado 2021 hasta la propia Embajada de Estados Unidos proporcionó su colaboración.

CENTRO DE RESCATE

El centro de rescate no es un zoológico sino que tiene otra perspectiva y la colaboración de los ciudadanos, menores como adultos, se realiza a partir de la interpretación de esa realidad. El contacto se realiza desde la temprana edad y por eso se observan niños desde los 2 años alimentando a los animales.
Hay un encuentro donde se pierde el temor a estos ejemplares. De alguna forma, explicó que se rompe el paradigma de que nuestro territorio termina donde ya no hacemos pie en el mar.

Hubo toda una tarea de limpieza para habilitar las visitas y una de las escuelas sumará apoyos en materia de pintura a través de voluntarios.

La piscina más grande que se dispone se hizo con niños de quinto año escolar, lógicamente con la orientación correcta. De esta forma fueron protagonistas mediante el esfuerzo y se sale a su vez de la pantalla de un teléfono.

La virtualidad y la tecnología tienen sus ventajas pero no se puede perder la capacidad de construir entre todos.

UN LUGAR MÁGICO

Para Tesore no hay dudas que se trata de un lugar mágico, donde el ser humano vence los miedos para atravesar barreras insospechadas. Hay ciudadanos privados de su vista que igualmente alimentan a los animales.

Todo se hace con un protocolo de seguridad y el cuerpo médico veterinario a cargo de la doctora, Alía Rocca, está atento a toda situación de los ejemplares.

Los animales tienen una sensibilidad especial pero no se puede hacer fantasía sobre el tema, dijo. El comportamiento es distinto cuando resulta emocional, indicó. "Hay mucho para aprender e investigar", remarcó Tesore.