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El personal policial de la Seccional 11ª de policía, con jurisdicción sobre Pirápolis, se disponía a pasar una jornada tranquila. De repente, llegó un llamado telefónico un tanto extraño. Era más bien un aviso.

Un vecino se esmeraba en hacer comprender a los policías que delante de su vivienda, por Trápani, habían pasado dos hombre corriendo. Más bien, era como que uno corría al otro. Pero había algo de tensión en esa escena, según el denunciante. Proporcionó descripción de los protagonistas.

La forma de contarlo, los elementos contenidos en la historia, o tal vez sólo el tono empleado por el denunciante, hicieron que el personal policial no diera crédito al llamado.

Pero eso fue modificado instantes después, cuando recibieron un segundo llamado. Agitado, realmente agitado, llamaba otro vecino avisando que estaba persiguiendo a alguien que había intentado robar en su comercio, que da sobre la calle Misiones.

El angustiado vecino contó que el perpetrador había forzado chapas de un lateral del negocio, intentando entrar, pero en ese momento fue que comenzó a perseguirlo, porque el intruso inició una rauda fuga.

Cuando los policías todavía debatían si hacerle caso o no al segundo llamado, llegó a la comisaría un grupo de personas que traían a una persona bajo el régimen de arresto ciudadano. Era el hombre que había sido perseguido por el comerciante.

El hombre fue ingresado como detenido. Se le identificó como Wilson Gulmar Carro Silva, de 30 años de edad, con antecedentes penales en otro departamento.

Mientras se procedía al papeleo de la detención, llegó a la comisaría el comerciante. Venía a establecer una denuncia. Dijo que el perpetrador había conseguido hacerse dentro de su negocio, de 24 dólares americanos. Y dejó constancia de los daños que ocasionó el perpetrador para entrar al comercio.

Cuando los policías consideraron que habían completado la instancia del caso que les correspondían, dieron participación a Penal de 10º turno.

La juez a cargo se pronunció en las últimas horas disponiendo el procesamiento de Carro Silva como autor de un delito de hurto agravado.

La magistrado ordenó en este caso que el acusado comenzara a cumplir con la prisión preventiva, la que se extenderá, como mínimo, hasta que la actual instancia del proceso sea completada.