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A continuación informó que “usuarios de lo que era la vieja Ruta 10, paralela a la Rambla Lorenzo Batlle Pacheco ‒más conocida como la Rambla de la Brava‒, desde la parada 1 a la 3, un lugar para disfrutar en paz y armonía, para compartir buenos momentos, se ha vuelto un lugar riesgoso e inseguro para parte de la población que allí concurre".

Agregó que "esto está debido a que se han producido diferentes clases de enfrentamientos entre el público que va a entretenerse y a divertirse ‒llevando a cabo actividades deportivas en forma individual o en familia, como patinaje, disfrutar de andar en bicicleta frente al mar, enseñarle al hijo o a la hija a andar en bicicleta o en monopatín, entre otras‒ y algunos automovilistas que hacen uso de la misma pero de una forma enérgica ‒por no llamarle prepotente‒, sin ajustarse a ese espacio que es de todos y que se puede compartir sin inconvenientes y sin crear situaciones abusivas”, refirió.

La edil dijo creer “que no es el lugar adecuado, este espacio compartido, para hacer picadas de autos ni de motos o para circular a una velocidad de 60 u 80 kilómetros por hora. Es un área para circular a una velocidad mínima y, de esa forma, evitar males mayores. Hay otros lugares acordes en donde se puede desempeñar ese tipo de recreación y con la seguridad que ello implica”, afirmó.

“No podemos permitir que ocurran eventos que oscurezcan este ámbito de recreación y distracción por faltas cometidas por personas con dificultades de adaptación. Así que solicitamos a las autoridades competentes que actúen con celeridad para anticiparse a males mayores”, concluyó.

La legisladora solicitó que su inquietud fuera trasladada a la Dirección de Tránsito y Transporte de la intendencia y al Municipio de Punta del Este.