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Soriano lamentó este martes que la homologación de las viviendas prefabricadas, que levantará en un nuevo barrio proyectado entre Lausana y La Fortuna, tardó más de 20 meses cuando por ley el trámite no debió extenderse más de 45 días.

“Después de una larga travesía burocrática, la semana pasada comenzaron los trabajos de tala de árboles y apertura de calle para comenzar a construir la primera manzana de viviendas”, señaló. El proyecto total implica la construcción de 1.200 soluciones habitacionales en un barrio que, según dijo, tendrá escuela, supermercado y una rambla sobre la Laguna del Diario, entre otros servicios, para aportar una alta calidad de vida a sus habitantes.

“Será un barrio puntero en la región, es nuestro primer proyecto en la región y queremos que sea nuestro proyecto bandera. Es un proyecto bastante ambicioso, no sólo se trata de hacer un chorizo de viviendas en una calle. Se trata de dar una calidad de vida difícil de encontrar en la actualidad”, aseguró. No obstante, la demora en la respuesta estatal a los trámites necesarios para iniciar las obras le obligó a reprogramar el cronograma y le significó importantes gastos.

Explicó que, para agilizar el avance del proyecto, lo dividió en fases. La primera, de 10 hectáreas para 325 viviendas, comenzará a construirse en una primera etapa de cuatro hectáreas para 175 viviendas. Éstas son las que corresponden al grupo del sindicato policial de Maldonado (Sipolma) que, según dijo, no sólo está compuesto por funcionarios del Ministerio del Interior.

Soriano precisó que como el gremio no
llegaba a la cantidad de familias necesarias para acogerse al proyecto, la empresa abrió la convocatoria a otras personas. Finalmente, en mayo de 2012 el grupo quedó conformado por 170 que en su mayor parte ya cubrió el 10% del valor de la vivienda que se requería.

“A nadie se le pidió que entregara más y siempre hubo un contacto muy cercano con las personas que integran el proyecto, está mi familia en relación con ellos. De hecho estoy financiando a 12 familias que se quedaron sin empleo, porque prometí que ninguna familia se quedaría sin vivienda en el grupo inicial de 170”, detalló. Incluso sostuvo que contempló cuatro o cinco casos de personas que pidieron bajarse del proyecto por asuntos familiares. “Si usted va a un banco y les dice que quiere dejar de pagar porque se divorció, le dan los buenos días”, comentó, para graficar la particular atención que ha dado a cada caso.

Por eso consideró “muy tristes” las acusaciones públicas y acciones anunciadas por dirigentes de Sipolma a raíz de las demoras. “No tienen bases. La intimación que me hicieron la respondí con más de 16 documentos, avalados por la ANV que tardó más de veinte meses en darme la homologación”, argumentó.

En ese sentido, consideró que el Plan Nacional de Viviendas es bueno pero no está funcionando porque de las 10.000 licencias que se preveía otorgar, se adjudicaron menos de mil. “Hay demasiadas cosas que se unen y que llevan al camino de que no se está haciendo las suficientes viviendas para los uruguayos. Hay un cúmulo de intereses que sufrimos los que estamos dentro”, lamentó.

Otro ejemplo de los perjuicios que la burocracia estatal ocasionó a Home SA, es que al inicio de su gran proyecto la firma trajo a diez especialistas españoles con sus respectivas familias para enseñar a los uruguayos la forma de ensamblar las viviendas prefabricadas: “hubo que contratar escuela, casas, autos y se tuvieron que volver a ir. Todos esos gastos de todas esas estructuras son enormes, aparte del daño que le causas a una familia que se viene pensando que estará dos años”.

Tras dar las explicaciones de lo ocurrido el ejecutivo estimó que, “para ser realista y prudente”, estará entregando las primeras viviendas a finales de enero de 2015 luego de la licencia de la construcción y de tramitar la firma de las escrituras.