Facebook Twitter WhatsApp

La comuna cuenta con una reglamentación que pretende racionalizar el uso de forma de evitar el desorden en el espacio costero. La misma establece que cada edificio no puede tener más de tres sombrillas abiertas y más de seis sillas sin gente. Para el próximo año, la intendencia prevé realizar un curso para los playeros para que conozcan la reglamentación y actúen en consecuencia.

“Denuncias se reciben siempre, además de que se anda controlando”, comentó. Una vez notificado el edificio, y en caso que sea reincidente, los elementos son retenidos y el retiro se realiza previo al pago de multa. “La intendencia podría llegar incluso a suspenderle el servicio”, dijo.

Molina explicó que no es posible dejar sillas y sombrillas colocadas ya que la playa es pública y que la problemática “siempre se hace notar, quizás este año un poco menos que el anterior”. Además, se refirió a la problemática que generan los trailers que trasladan las sillas y sombrillas.

Foto: IMM