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“La reglamentación establece que, desde las 9 de la mañana, no puede haber ninguna silla o sombrilla en un espacio de playa si no está siendo ocupada… Por más que los edificios tengan autorización, si las sillas y sombrillas no están siendo ocupadas, tienen que dejar la playa libre”, indicó.

La jerarca manifestó que los empleados de los edificios “pueden colocar antes de las 9 de la mañana tres sombrillas con sus respectivas sillas, que pueden estar sin gente. Desde esa hora, pueden colocar todas aquellas que les demande la gente que llega. Pero no pueden tener ninguna que esté vacía”.

Destacó que, como todos los años, se han recibido denuncias, especialmente “en algunas zonas, que son las más conflictivas, sobre todo de la parada 1 a la 7, tanto en la Mansa como en la Brava, por la cantidad de edificios y hoteles que hay en esa área”.

“Los inspectores están permanentemente recorriendo y tratando de hacer cumplir la normativa. Si hay incumplimiento, se notifica a las administraciones”, agregó. Recordó que el permiso “puede ser revocado en cualquier momento si no se cumple con la ordenanza vigente”.

Dijo que, particularmente en los días lindos, los inspectores tienen que mediar y buscar la mejor solución para evitar conflictos. “Eso pasa en forma permanente… Si todos los habitantes de los edificios de la zona céntrica de punta del Este quisieran bajar a la playa a la vez, sería imposible. Tenemos que entender eso para no tener en la playa la silla y la sombrilla esperándonos, porque no es posible”, resaltó.