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“Se estima que hay entre 5.000 y mil naufragios, o partes de ellos, a los largo de más de 500 años de navegación española”, por lo que “casuísticamente” es probable que algunos de los grandes cruceros que están llegando a la bahía de Maldonado se encuentren sobre alguno de esos navíos que descansan en el fondo de mar, dijo Etchegaray. “Vinieron en búsqueda de tesoros y se llevaron miles de toneladas”, agregó.

“Una inglesa me decía hace poco: qué esfuerzo que hacen los uruguayos para hacer las cosas mal para que les vaya mal económicamente… Porque el gran capital de un país está, más que nada, en la mente de su pueblo. Y acá nos trancamos entre nosotros. Un país crece por los proyectos, por los emprendedores… Si queremos tener un resultado diferente, necesitamos hacer cosas diferentes. Y, en cuanto al patrimonio, de nada sirve que se deteriore o que sea expoliado por proyectos furtivos no controlados”, afirmó.

Destacó que “lo mejor es el camino del medio, donde haya una regulación, con académicos supervisando y entrenando a la gente y que las piezas se exhiban. ¿Si no se exhiben para qué sirve la historia? Además, bajo el agua muchos materiales se van deteriorando”.

Recordó que “desde hace 40 años” está trabajando en este tema “porque en mi familia son todos apasionados por la investigación y la historia. Es sabido cómo ha trabajado mi hermano con el Museo del Mar… Y en el caso del Río de la Plata es una pena que haya tanta cantidad de barcos que no se están extrayendo para ser exhibidos o analizados. Porque la información histórica es muy valiosa, además de ser muy interesante”.

Manifestó que, generalmente, los naufragios se concentran “en puntas rocosas”, porque en ese momento las cartas náuticas eran muy imprecisas.

Destacó que el buzo e investigador “Héctor Bado murió hace un mes sin poder disfrutar nada de sus piezas… Por ejemplo, tuvo una lucha de más de 20 años en su lucha por el caso del cañón de Agamemnon. Es una pena que se haya ido sin disfrutar el fruto de su trabajo, Una vida dedicada a la búsqueda de este patrimonio subacuático, que no es solamente económico sino, fundamentalmente, cultural”. Afirmó.

Etchegaray dijo que “lo primero que habría que hacer es un gran inventario sobre todo lo que hay bajo el agua, y en eso está de acuerdo el presidente de la Comisión de Patrimonio, y después empezar a tomar muestras. Y hacer un plan e trabajo. Lo que no sirve es que se eche a perder todo. Eso no beneficia en nada al país ni a la cultura del mundo”.

Resaltó que “hoy en día los museos son un gran negocio. En todas partes del mundo hay colas de personas que pagan fortunas por ver, especialmente, exposiciones temáticas”.

Indicó, por ejemplo, que ahora se está exhibiendo un águila similar a la del Graf Spee en el Museo de Guerra de Londres. “En el tercero y cuatro piso hay una muestra sobre el Holocausto y en el segundo se exhibe el águila, sin ningún problema, porque la historia es para analizarla, para recordarla. Es información que sirve para aprender del pasado y no repetir errores”, remarcó.

Señaló que el águila rescatada del Graf Spee “está en un cajón en el Cerro”, pese a los recursos que necesita la Armada para controlar un mar territorial tan extenso. “¿Cuánto vale? No lo sé. La prensa llegó a hablar de 50 o 60 millones de dólares… Y el Estado tiene por lo menos el 50 o 60% del bruto… Para usar en lo que quiera. Porque se sabe que el liceo de San Carlos se hizo en parte con el rescate de Nuestra Señora de la Luz, más llamado El Preciado, que naufragó en 1752, que fue rescatado por Collado y se subastó en Nueva York”.

“En síntesis, no sé si vale 50 o vale cinco… Pero es un dinero que esta metido en un cajón. Y podría ser una exposición itinerante, recorriendo el mundo”, subrayó.