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Sea porque el verano favorece esta actividad en lugares públicos, porque las autoridades están interesadas en apretar la soga sobre los “dealer” (proveedores minoristas de drogas) antes de que rija la legalización de la marihuana, las detenciones de estos minoristas del vicio es cada vez más frecuente en las crónicas policiales.

Efectivos de Radio Patrulla que realizaban en las últimas horas una recorrida Maldonado Nuevo, notaron al llegar al cruce de las calles Cuatro y Siete, a un grupo de personas en actitud alerta, y a uno de ellos que ocultaba algo de forma apresurada entre sus ropas.

Decidieron ver qué pasaba. Fueron directo a quién oculto alguna cosa entre sus ropas y le pidieron que mostrara lo que era. Se trataba de un envoltorio de nylon blanco. En su interior había 76 dosis pasta base, que luego, al ser pesadas, marcaron 8,9 gramos en la balanza.

El hombre que daba cuentas a los funcionarios policiales sobre sus actos, también sacó de sus bolsillos 525 pesos uruguayos. Fue interrumpido con la venta recién comenzada.

El muchacho fue conducido detenido, todavía no formalmente acusado de suministro de drogas a otras personas, pero en averiguaciones por si había cometido ese o algún delito conexo. Se avisó a personal de la brigada departamental Antidrogas, que se hizo cargo del caso.

SE DECLARA CONSUMIDOR

El detenido afirmó ante los efectivos de Antidrogas que era consumidor de drogas y por ello llevaba toda esa cantidad encima, 17 dosis de pasta base.

Los funcionarios de Antidrogas obtuvieron confirmación judicial para realizar un allanamiento en la vivienda del detenido, donde se encontró una cantidad no determinada de lo que se presume es pasta base, una balanza, un documento de identidad a nombre del ya acusado, y un estuche de plástico con una bala calibre .38.

El documento de identidad decía que el detenido es N.L., de 25 años de edad. Revisada su hoja de vida se encontraron con que N.L. no tenía registro alguno de haber violado el Código Penal.

PROCESADO

El juez en lo Penal de 2º turno de Maldonado, que tomó el caso, se pronunció en las últimas horas por el procesamiento con prisión de N.L. pese a su condición de primario, lo que sugiere que en este momento el delito de suministro de drogas es considerado muy grave como para dar una nueva oportunidad a la persona que lo comete.

N.L. fue procesado por lo dispuesto en el artículo 31 del Código Penal, que castiga al “que, sin autorización legal, importare, exportare, introdujere en tránsito, distribuyere, transportare, tuviere en su poder no para su consumo, fuere depositario, almacenare, poseyere, ofreciere en venta o negociare de cualquier modo, alguna de las materias primas, sustancias, precursores químicos u otros productos químicos mencionados en el artículo anterior”.

“Quedará exento de pena el que tuviere en su poder una cantidad razonable destinada exclusivamente a su consumo personal, con arreglo a la convicción moral que se forme el Juez a su respecto, debiendo fundamentar en su fallo las razones que la han formado", completa el artículo 31.

En este complemento está explicada la razón por la que N.L. había declarado y se aferraba a su declaración, de que toda la substancia que tenía era para consumo propio. También dice esa parte final del artículo, que el juez no tuvo la convicción moral de que N.L. estuviera diciendo la verdad en ese punto.



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